El agua es principal elemento de nuestro cuerpo y es imprescindible en casi todas las funciones del organismo. El agua es, por tanto, esencial para la vida y, por ello, es imprescindible estar bien hidratado en todo momento para evitar la deshidratación. Podemos estar semanas sin comer, pero tan solo podemos aguantar unos pocos días sin beber.

La deshidratación ocurre cuando se usa o pierde más líquido del que se ingiere, y el cuerpo no tiene suficiente agua y otros fluidos para llevar a cabo sus funciones normales. Si no se reponen los fluidos que se pierden, se produce un proceso de deshidratación.

La deshidratación puede producirse en cualquier persona pero es especialmente peligrosa en bebés, niños y ancianos, y también en personas con enfermedades crónicas.

La importancia de estar bien hidratados y evitar la deshidratación. Funciones del agua en nuestro cuerpo

El agua tiene una gran diversidad de funciones, en las que se destaca:

  • lubricación de articulaciones;
  • regulación de electrolitos en sangre;
  • eliminación de sustancias de desecho, a través de la orina;
  • aporte de nutrientes a las células musculares;
  • refrigeración.

Esta última función es más que importante durante estos meses de verano, y sobre todo en personas que realizan ejercicio al aire libre y en personas ancianas y en niños, y en enfermos crónicos, ya que pierden la capacidad de acumular agua. En el caso de perder un 7%  o más del peso en forma de agua, podemos encontrarnos en una situación de deshidratación grave, la cual podría terminar en un coma.

¿En qué situaciones se puede llegar a la deshidratación? Síntomas de alerta

Los motivos por los que una persona puede llegar a este punto pueden ser por:

  • Esfuerzos físicos intensos, trabajando o haciendo deporte a condiciones ambientales desfavorables.
  • Restricción de líquidos antes y/o durante de la actividad física, por una mala gestión nutricional.
  • Exposición a lugares calurosos con mucha humedad, como puede ser el caso de saunas.
  • Uso de diuréticos.
  • Diarreas.
  • Fiebre.
  • Transpiración excesiva.

Los síntomas de deshidratación son los siguientes y ante los que es importante buscar ayuda médica cuanto antes:

Lactantes o niños pequeños

  • Boca y lengua secas
  • Llanto sin lágrimas
  • No mojar los pañales durante tres horas
  • Ojos y mejillas hundidos
  • Zona blanda en la parte superior de la cabeza (fontanela) hundida
  • Irritabilidad

Adultos

  • Sed excesiva
  • Micción menos frecuente
  • Orina de color oscuro
  • Fatiga
  • Mareos
  • Confusión

Los dietista nutricionistas de Centro Médico Sanugal recomiendan beber de forma periódica aunque no se tenga sed e insistir en que lo hagan los niños y las personas mayores. Y en relación a la cantidad de agua que se debe tomar a lo largo del día, aunque se recomienda de forma general, al menos un litro o litro y medio por persona, lo cierto es que la cantidad de agua que debemos tomar a diario también debe ser personalizada.