La luz solar es fuente de energía y, por tanto, fuente de salud.  Necesitamos el sol al menos de entre a 15 a 20 minutos diarios para poner en equilibrio el cerebro y todo el organismo. El sol es fuente de vida, si bien es cierto que no debemos olvidar que exponernos al sol sin protección adecuada, puede provocar problemas de salud graves como puede ser el cáncer de piel. Teniendo muy presente esa recomendación, a continuación vamos a contar algunos efectos que el sol tiene sobre el organismo:

  • La luz solar ofrece energía a nuestro cerebro; es necesaria para que el cerebro realice sus funciones de forma adecuada.
  • Con el sol suben las defensas. Cuando tomamos el sol de forma moderada y con todas las precauciones necesarias, el sistema inmunológico se refuerza. Por ello, tomar el sol, insistimos, siempre con crema de protección solar y gafas de sol, es beneficioso para todas aquellas personas con enfermedades autoinmunes.
  • Con el sol se fortalecen los huesos. La vitamina D3 se sintetiza con el sol y ayuda a fijar el calcio. Su déficit se asocia con un incremento de fracturas y problemas óseos.
  • Evita la tristeza. La exposición moderada y diaria al sol, permite sintetizar en el organismo poderosos antidepresivos naturales que suben el ánimo y que, por tanto, nos hacen sentir más felices.
  • Ayuda a prevenir enfermedades como el cáncer. Diversas investigaciones científicas concluyen que suplementos de vitamina D se asocian a una caída de hasta el 60 por ciento en el riesgo de desarrollar cáncer de mama, de próstata y de colon.
  • Previene el ictus. Según la Universidad de Southampton ha realizado diversos estudios que asocian tomar el sol, con moderación y precaución, disminuye el riesgo de sufrir un infarto cerebral o accidentes cerebrovasculares. 

Tomar el sol es, por tanto, recomendado tanto por la psicóloga como por la dermatóloga de Centro Médico Sanugal, pero siempre con la protección adecuada.