Las bolitas blanquecinas en el rostro, de aproximadamente un milímetro de diámetro, más habituales alrededor de los ojos, es más raro verlas en las mejillas o en la frente, son Quistes Milium. Su origen son los folículos pilosebáceos, poros con vello y grasa típica de la piel, que han sufrido una alteración u obstrucción y se han convertido en pequeños quistes benignos; raramente se asocian a otras enfermedades de la piel como el síndrome de Bazex-Dupre-Christol, el síndrome de Rombo o el síndrome de Gardner.

Lo más frecuente es que aparezcan de forma espontánea o tras sufrir algún problema en la piel, desde quemaduras hasta enfermedades cutáneas que provocan ampollas, cicatrices, o bien por el consumo de corticoides u otros fármacos. Si bien no existe certeza sobre cuáles son las causas exactas de su aparición.

Se pueden observar incluso en bebés recién nacidos tanto en la cara como dentro de la boca, lo que se conoce como Perlas de Epstein, o en el paladar, llamadas Nódulos de Bohn. En esos casos se asocian con la inmadurez del folículo sebáceo y suelen desaparecer a las pocas semanas.

Pero mientras en los bebés desaparecen por sí solas, por lo general no ocurre lo mismo en los adultos, en quienes pueden persistir o explotar por sí solas. En aquellos casos en lo que persisten no son molestos ni dolorosos, se trata de una cuestión estética.

Aunque suelen ser benignos, si quieres asegurarte de ello no dudes en pedir cita con nuestra dermatóloga, la doctora Sandra Mateo, quien además puede indicarte la mejor forma de eliminarlos. Los Quistes Milium suelen eliminarse de forma sencilla y sin anestesia, simplemente con  una aguja estéril, y en algunos casos puede usarse láser médico o bien bisturí eléctrico.