Ciclismo: ¿qué comer sobre la bici?
La alimentación es un pilar fundamental en la práctica de cualquier deporte. No solo determina el rendimiento deportivo sino también la prevención de lesiones, el nivel de fatiga, la resistencia, o la pérdida o ganancia de masa muscular. Por ello, es importante que los deportistas, tanto los aficionados como los profesionales, aunque especialmente estos últimos, cuenten con la ayuda de dietistas-nutricionistas para realizar una adecuada planificación de su dieta.
El ciclismo es un deporte de resistencia que exige al cuerpo un esfuerzo considerable tanto si se pedalea para dar un paseo y mantenerse en forma como si se hace en el marco de la preparación de un reto deportivo, por lo que la alimentación es todavía más un aspecto clave antes, durante y después del ejercicio, sin olvidar la relevancia de la hidratación y teniendo siempre en cuenta condiciones como las horas que dura la salida, la intensidad del pedaleo y el ambiente en el que se realiza.
En este artículo nos vamos a centrar en la alimentación del ciclista durante la práctica deportiva. Si la salida no excede a los 60 – 90 minutos puede ser suficiente con seguir una alimentación adecuada antes y después del entrenamiento y durante el mismo no olvidar la hidratación. El tiempo es un aspecto relativo, ya que depende de cada persona. Por el contrario, si la práctica supera ese tiempo, es recomendable no solo seguir una dieta específica antes y después e hidratarse bien en todo momento, sino también ingerir alimentos durante el entrenamiento. ¿Qué alimentos tomar?
- Frutas (plátano) o frutas desecadas (uvas pasas, orejones…)
- Tentempié salado: bocadillos de fiambre con poca grasa, queso, atún o incluso de tortilla
- Tentempié dulce: galletas con membrillo, mermelada o miel son una opción recomendable, o cualquier otro alimento con un índice glucémico alto con hidratos de carbono que produzcan incrementos rápidos de glucosa en sangre. Por tanto, se desaconseja la ingesta de alimentos ricos en fibra.
No es aconsejable buscar atajos como la glucosa líquida, pueden provocar un rebote hipoglucémico; con una adecuada planificación de la dieta es suficiente. Los alimentos proporcionan todo lo que necesita el cuerpo en cada momento.