Los puntos rojos en la piel, también conocidos como «Puntos Rubí», «Angiomas Capilares», «Angiomas en Cereza» o «Angiomas Capilares Adquiridos», son pequeñas lesiones, dilataciones capilares, provocadas por alteraciones en el sistema vascular. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque son más frecuentes en la piel del tronco y las extremidades. Tienen una dimensión de entre 1 y 4 milímetros, y no son dolorosos ni molestos y tampoco es habitual que causen picor.
Son más frecuentes a partir de los 40-50 años pero pueden aparecer a cualquier etapa de la vida. Se desconocen sus causas aunque se asocia al envejecimiento de la piel y a cuestiones hormonales. Si bien parece evidente la existencia de algún factor genético, ya que es habitual encontrarlos en personas de la misma familia.
No suponen ningún riesgo para la salud y por tanto no son preocupantes. La única recomendación es cerciorarse de que no se confundan con lunares, aunque las diferencias son evidentes.
Dado de que desde el punto de vista médico no suponen ningún problema, son lesiones benignas, sin potencial para dar lugar a lesiones malignas, no requieren tratamiento, pero si por razones estéticas se quieren eliminar los Puntos Rubí, puede hacerse con láser. Su eliminación no supone que no aparezcan más en otras zonas del cuerpo, lo que si garantiza es que no aparecerá en el mismo lugar.